Adventus – Morir y renacer

Adventus Morir y renacer

Hablar de Víctor García, Fernando Mon, Alberto Ardines, Luis Melero y Manuel Ramil (este último mente pensante y líder de este proyecto), es hablar de historia viva del metal en este país. Bajo el nombre de Adventus, estos cinco gigantes de la música patria unen fuerzas para dar vida a un ambicioso proyecto cuyo trabajo se ha materializado en este «Morir y Renacer».

Vayamos avisando de antemano. Si buscas un trabajo que evoque o simule las principales obras eminentemente powermetaleras tanto de Warcry (El sello de los tiempos, Alea Jacta Est) como de Avalanch (Llanto de un héroe, El Ángel Caído), este no es tu disco. Pero entonces, ¿hay power metal? Sí, por supuesto. Pero también tenemos cortes que navegan desde un heavy metal clásico al rock melódico, pasando por metal progresivo e incluso por retazos AOR. Quizás, para muchos esto suponga un inconveniente, desde luego para mí no, siendo precisamente esta una de las características a destacar del lanzamiento.

A lo largo de los 12 temas que componen el redondo iremos descubriendo muchos guiños a la música de Sauze, Avalanch, y especialmente a la de Warcry, como no podría ser de otra forma. Y es que este «Morir y Renacer» bien podría entenderse como un repaso a las distintas etapas de las formaciones en las cuales han ido militando los músicos que hoy nos traen este trabajo. Y ojo, porque el hecho de que el quinteto se conozca de esta forma y desde hace tanto tiempo, influye indudablemente en el sonido conseguido. Un sonido orgánico, compacto, donde cada uno aporta en su justa medida lo que ha de aportar, para de esta forma dar lugar a un trabajo que rezuma vitalidad por los cuatro costados, y que a todas luces evidencia una compenetración máxima entre los 5 músicos.

Análisis tema a tema

«Némesis» es la encargada de dar el pistoletazo de salida. Una intro con una gran narrativa que nos pone en contexto, muy elegante a la par que potente, con gran presencia del piano y de instrumentos de cuerda, y con un final bastante épico que nos anticipa lo que nos vamos a ir encontrando con el devenir de los temas.

«Dame una razón» es uno de los grandes temas del disco. Comienza con un teclado con mucha presencia, creando una atmósfera que me recuerda vagamente a la conseguida en temas de Warcry como «Keops». Las guitarras veloces en constante duelo con el teclado dan lugar a uno de los cortes más powermetaleros de todo el trabajo, con un Víctor cantando en un registro más bajo de lo que venía haciendo en Warcry, tónica general de todo el álbum y que le sienta realmente bien a su voz, encontrándose muy cómodo a lo largo de todos los cortes.

Continuando con «Sólo uno más«, comprobamos la variedad de géneros que abarca el lanzamiento, y es que se trata de un enorme tema de metal melódico de corte moderno, con una gran presencia de los teclados, donde Manuel Ramil consigue un sonido en la segunda mitad del corte (y salvando las enormes distancias) muy similar al conseguido por Janne Wirman en Children of Bodom. Otro de los grandes temas del redondo.

Con «Donde diga el corazón» volvemos a un tema donde tanto el teclado como las orquestaciones crean una atmósfera pesada, oscura pero que no abandona nunca la melodía, tan característica de ese heavy power europeo que tantas alegrías nos dio hace ya dos décadas. Un tema con unas guitarras rápidas a la par que melódicas y que van a desembocar en un coreable estribillo donde Víctor canta realmente bien, creando un ambiente bastante emotivo y cercano.

«Agua en el desierto» es un tema que se acerca mucho al último trabajo de Warcry (Donde el silencio se rompió), por su sonido. Unas guitarras muy potentes y directas acompañadas de nuevo por un teclado que añade melodía al corte. Un estribillo ligeramente repetitivo empaña en parte el buen hacer de los 5 músicos. Buen tema, pero quizás por debajo de la media conseguida hasta ahora.

Para acabar esta primera mitad del álbum tenemos la emotiva balada «Parte de tu vida«. Unas sencillas notas de piano al más puro estilo Zenobia en temas como «Ante tus ojos» nos abren la puerta y dan la bienvenida al Víctor más cercano, íntimo y con más feeling de todo el redondo. Si bien es cierto que es un tema agradable de escuchar y que realmente llega a transmitir gran emotividad, supone un frenazo en seco al ritmo rápido y alegre que llevaba este «Morir y Renacer» hasta su ecuador.

Para comenzar la segunda parte del trabajo tenemos «Más fuerte que el dolor«, tema elegido por la banda como primer single. Un corte que queda a medio camino entre el Hard melódico y el heavy metal, de fácil escucha, y que recuerda en el fondo, que no en las formas, a ese happy metal de los germanos Freedom Call. Un canto a la vida cuya letra bien podría encajar a la perfección en cualquier disco de Warcry, directo, simple pero efectivo, que si bien es cierto está por debajo del nivel de varios temas hasta el momento, es un buen candidato para elegir como adelanto. Seguro que cuajará como uno de los indispensables en los futuros setlist del grupo.

Es en «Luces y sombras» donde el quinteto se atreve a salir de su zona de confort para adentrarse en sonidos muy cercanos al metal progresivo, en lo que probablemente sea el tema más elaborado de todo el plástico. Una canción donde tanto el bajo como las guitarras juegan un papel decisivo, así como una batería protagonista a lo largo de todo el corte.

Volvemos a cambiar totalmente de tercio con «No pudo ser mejor«. Un corte donde las melodías de guitarra, y especialmente un teclado preciosista nos acercan al tema más Hard rockero y melódico de todo el plástico, coqueteando muy de cerca con un sonido puramente AOR. De lo más destacado del álbum para que el que escribe, especialmente por el sentimiento que consigue impregnar Victor al tema.

«A corazón abierto«, otra de las joyas que nos regala este «Morir y Renacer», un tema lento, con presencia de instrumentos de cuerda y Victor cantando con el corazón, como el propio título indica. Esta segunda balada del trabajo destaca por sus potentes arreglos orquestales, infinitamente superior y más elaborada que la anterior «Parte de tu vida». Me atrevería a decir que junto a la anterior «No pudo ser», se trata de mi tema favorito del álbum, quizás porque me recuerda poderosamente a uno de mis temas favoritos de Warcry, «El amor de una madre».

En contraposición al intimismo, belleza y feeling del anterior tema nos llega casi sin pedir permiso «Sin miedo«, el corte más powermetalero de todo el trabajo. La labor de la batería es de lo más destacado del corte, con un doble bombo que nos retrotrae a los mejores años de Avalanch con Víctor en sus filas. El tema que hará las delicias de los seguidores de los primeros Warcry y los propios Avalanch, y claro candidato a ser un fijo en sus venideros directos.

Para cerrar este gran debut de Adventus, tenemos la alegre y rápida «Trozos de hielo«. Otro tema que cabalga entre el heavy y el power metal, pero siendo ligeramente más sosegado y dando más protagonismo a la parte instrumental y al coro, el cuál destaca por ser directo, pegadizo, y altamente coreable.

Conclusión Final

Es muy difícil aventurarse en pleno enero a pronosticar cuáles van a ser los discos del año a nivel nacional, pero creo que por calidad, y sobre todo por repercusión mediática en base a los nombres de los músicos que conforman este nuevo proyecto, este «Morir y Renacer» va a estar presente en más de un top de lanzamientos destacados a nivel patrio al finalizar el año que recién comienza. Para nosotros ya fue un trabajo a destacar en uno de nuestros últimos radar de novedades. Sólo nos queda comprobar cuando la situación lo permita cómo funciona el quinteto en directo. Yo estoy convencido de que no siempre hace falta morir para renacer musical y compositivamente, y este primer trabajo de Adventus no hace más que corroborarlo.

Adventus – Morir y renacer
Producción
8
Innovación
8
Técnica Instrumental
8.5
Sonido compacto y orgánico
Notable producción
Músicos de primer nivel
Invita a la reescucha
Algunos temas y estribillos pueden llegar a ser repetitivos
8