La banda sueca Opeth ha publicado en noviembre de 2024 su último trabajo de estudio, The Last Will and Testament (2024), y hoy os contamos lo que nos ha parecido este disco.
Índice
La banda Opeth
Pero mejor empecemos por el principio. Opeth es una banda de mucho renombre que lleva publicando discos desde 1995. Con 13 trabajos a sus espaldas, en 2024 le ha tocado el turno a su número catorce, y los fans de su fase más inicial (también conocida como old-Opeth) estamos literalmente de celebración.
En la etapa inicial de la banda, Opeth revolucionó el death metal al incorporar elementos del rock progresivo. Se puede considerar que el Blackwater Park (2001) y el Ghost Reveries (2005) fueron la cúspide de este momento, con un balance perfecto entre agresión y sofisticación. Más adelante, la banda entró en una etapa de transición en la que empezaron a abandonar el death metal en favor de un sonido más limpio y melódico, culminando con Heritage (2011), trabajo que sorprendió a muchos fanáticos al eliminar completamente los guturales y enfocarse en un rock progresivo bastante retro. Después le tocó el turno a su etapa de rock progresivo clásico, muy cercano al de los años 70, y álbumes como Pale Communion (2014) y Sorceress (2016) consolidaron este nuevo sonido de Opeth.

(2001)

(2005)

(2014)

(2016)
Llegamos a 2024 y se podría decir que The Last Will and Testament, nuevo disco de los suecos Opeth, es literalmente una reconciliación de las dos grandes etapas de Opeth. La banda regresa a su pasado, reintroduciendo guturales y elementos más metaleros, pero sin abandonar las influencias progresivas y el refinamiento melódico adquiridos en su trayectoria. Este álbum, para nosotros, es como un homenaje a toda su carrera, en el cual se combinan lo mejor de ambos mundos. Y yo, como buena fanática de Opeth (se podría decir que es mi grupo favorito), estoy tremendamente emocionada por ello.
Análisis del disco The Last Will And Testament de Opeth
Este álbum es una obra conceptual ambientada en la era posterior a la Primera Guerra Mundial, en la cual se narra la historia ficticia de un patriarca adinerado cuya última voluntad revela secretos familiares impactantes. Esta narrativa, creación original del líder de la banda, Mikael Åkerfeldt, está inspirada en parte en la serie de televisión Succession, la cual tiene una trama súper interesante que explora dinámicas familiares complejas y luchas de poder.
El álbum en sí es el testamento del protagonista, el cual está dividido en varias canciones, tituladas como parágrafos, como si de un documento legal se tratase. Por tanto, las canciones van del parágrafo 1 al 7, y al final tenemos una canción que cierra el arco argumental de este trabajo titulada «A Story Never Told», en la cual hay un giro de guion digno de un thriller.
Pero bueno, no me enrollo más, vamos a ir desgranando una a una cada canción.
Paragraph 1 – §1
Suenan unos pasos y chirría una puerta, y seguidamente arrancan unos acordes que, sin darnos cuenta, van penetrando cada vez más en nuestra psique para no volver a salir jamás. Aparece una batería, la cual se entrelaza a la perfección con estos nuevos acordes, haciendo que la canción coja una velocidad vertiginosa. Una vez entramos de lleno en este temazo, aparece ese toque tan característico de la banda, tan Opeth, y la nostalgia vuelve de nuevo a mi ser.
Pero las sorpresas no han acabado aquí, no, y es que una vez arrancan las voces y suenan los guturales… es precisamente este momento en el que Opeth ha vuelto a ganarme. Ya lo comenté en mi top 10 discos de 2024, pero es que la primera vez que escuché «§1 – Radio Edit» me quedé totalmente petrificada.
Esta canción, además, sirve como introducción al lore del álbum, en el que un hombre moribundo habla de su última voluntad y testamento, título de este trabajo, The Last Will And Testament. El narrador, figura patriarcal, el cual se enfrenta al final de su vida, reflexiona sobre su legado, confesando errores y secretos que ha ocultado a lo largo de su vida. Este testamento no es solo un documento legal, sino un acto simbólico en el que intenta guiar a su descendencia incluso después de su muerte.
I will here unearth the secrets I’ve been hiding (hiding, hiding)
And guide my children through my trials
La canción termina con una parte tranquila, muy melódica y entrañable, con una risa infantil seguida de los pasos de una niña, la cual acaba de entrar en la mansión donde se va a leer el testamento de su difunto padre.
Mirad qué batería ha fichado Opeth, Waltteri Väyrynen, yo me quedo loca con este vídeo:
Paragraph 2 – §2
Este segundo track arranca con mucha fuerza, con un “A child in the night, cursed to survive” aderezado con una melodía súper pegadiza, y esta parte la repito en mi cabeza más veces de las que me gustaría admitir. Mikael Åkerfeldt, líder y compositor de la banda, tiene un registro vocal impresionante, y después de lanzarte un gutural sensacional pasará a cantar con la voz más aterciopelada que haya escuchado jamás, y viceversa. Este hombre es una maravilla, no me cansaré de repetirlo.
En esta canción hay partes rápidas que te atrapan, otras más lentas que te permiten coger aire, y otras tan cinematográficas que dejarán volar tu imaginación. Básicamente, en este tema se nos introduce el nacimiento de la niña más joven de la familia, la cual se sugiere que tendría que ser la que lo heredase todo por diversos motivos que sabremos más adelante. La letra está cargada de simbolismo religioso y un tono trágico que evoca el sufrimiento del progenitor, redención y un conflicto moral muy interno. ¿Qué habrá pasado en la vida de este hombre para que sufra de esa manera? Lo veremos más adelante.
Paragraph 3 – §3
Empieza «§3» con un bucle progresivo súper Opeth, con muchos giros y paradas, regado de mucha melodía, como a mí me gusta. Estamos ante un tema sin guturales pero muy energético, con riffs simples que se entrelazan con otros mucho más complejos. Este recurso es uno de los favoritos de Mikael, como cuenta en una entrevista, es algo que le parece muy divertido.
Aquí aparece de nuevo la culpa del difunto padre, y este sentimiento es tangible en todo el álbum The Last Will and Testament. El protagonista toma una decisión que tiene un impacto duradero en su vida y en las personas que lo rodean, y en el lecho de su muerte tiene una necesidad imperiosa espiritual de redención y de perdón. De momento seguimos sin saber qué ha pasado; de nuevo, más adelante sabremos qué es.
Carnal shame, a secret treaty
The lovers bond
Paragraph 4 – §4
Waltteri Väyrynen, nuevo batería de Opeth desde 2022, ha sido sin lugar a duda un fichaje excelente, como comentaba anteriormente. Este músico rebosa calidad durante todo el álbum, pero en esta canción consigue atrapar mi atención desde el principio hasta el final. Hay un momento en el que aparece una flauta, algo un poco inesperado, y leyendo sobre esto me entero de que es obra de Ian Anderson, de Jethro Tull. Por tanto, me cuadra que hayan conseguido que quede integrada de manera orgánica dentro del tema.
Respecto a la letra, en «§4»llega el primer giro de esta historia: el difunto padre confiesa que sabe que los gemelos, supuestos hijos, no son suyos. Atrapado entre el amor hacia su pareja y el ansia por tener descendencia, la cual no llegaba, esta situación lo llevó a concebir un plan que, en última instancia, se convirtió en su ruina emocional y familiar: a cambio de dinero, su mujer cayó en su trampa y lo engañó con un hombre vulgar, quedándose finalmente embarazada de los gemelos por otro hombre solo para poder tener descendencia.
Longing for a child
My love for her
Birthed a controversial plan
Paragraph 5 – §5
Una parte calmada abre este tema, y una guitarra intrigante nos vuelve a meter de lleno en el disco. El ritmo oriental se nos pega en el cuerpo, y así seguirá hasta el final la canción más larga del corte, de 7 minutos y 29 segundos. Los guturales y las vocales limpias se entrelazan con una facilidad pasmosa, y la canción coge en algunos puntos una velocidad totalmente vertiginosa. Como bien dice Mikael en otra entrevista, esta canción es muy compleja, experimental y dinámica, por lo que será difícil de tocar en directo. En febrero veremos si se atreven a meterla en el repertorio de su nueva gira, ¡qué ganas de volver a verlos!
En esta canción, en la trama hay de nuevo giros inesperados y drama, mucho drama, ya que aquí los gemelos se quedan locos con la verdad que se les acaba de revelar: parece que la única sucesora real es la hija pequeña, una hija enfermiza coronada como única heredera. Pero esta corona, como bien dice el difunto padre, es un legado teñido de poder, pero también de sufrimiento debido a la carga que conlleva.
The execution of will
The crowning of an heires
You are tethered to command
A requiem devised and signed by hand
Paragraph 6 – §6
Una batería con un ritmo súper pegadizo nos mantiene despiertos, y el engranaje de la guitarra y el teclado nos dan la bienvenida al tema «§6». El estribillo de esta canción me parece sensacional, con un bucle súper pegadizo, y un tempo que me encanta seguir durante toda la canción de manera súper consciente. Llegados a un punto de la canción, Joakim Svalberg nos deleita con un solo de teclado, al cual le contesta Fredrik Åkesson con un solo de guitarra espectacular. En definitiva, una canción que va de menos a más, con una composición súper compleja y una batería que me acaba dejando perpleja.
Este manifiesto final del narrador, dirigido en concreto a su hija, me parece uno de los momentos más conmovedores de toda la historia. No solo intenta cerrar un ciclo de sufrimiento y legado roto que le ha perseguido durante toda su vida, sino que también reconoce, de manera explícita, las cadenas que ha transmitido a la siguiente generación. Aun así, percibo en sus palabras un rayo de esperanza: esa búsqueda de una senda propia, libre de oscuridad, que al final podría transformarla en una auténtica fuerza de renovación. Este contraste entre la pesada herencia que arrastra y la posibilidad de redención es, sin duda, uno de los aspectos más sobresalientes de esta narrativa, según mi humilde opinión.
In the event of fortuity
Remember grief is a fickle sickness
Paragraph 7 – §7
Esta fue la primera canción que se terminó de componer del álbum, y es el único tema en el que todos los miembros de la banda participan en las voces (sí, todos, hasta Martín Méndez, el bajista). Llegamos al último parágrafo de este testamento, que abre con otro riff súper pegadizo al más puro estilo Opeth. La canción va alternando las vocales de Mikael junto con lecturas del propio testamento por parte de Ian Anderson, de Jethro Tull, el cual ha participado en la narrativa en varias canciones de este álbum.
Respecto a la letra, los gemelos finalmente recibirán parte de la herencia, artefactos de inmenso valor personal, los cuales el narrador admite que son en esencia inútiles. La canción termina cerrando con un tono solemne, llamando a no derramar lágrimas en la tumba del narrador. Esta parte también adquiere tintes melancólicos, sugiriendo que este triunfo finalmente es agridulce.
I hope they can serve as a reminder of the fragility of heritage
A Story Never Told
Una última canción, la cual está fuera de este testamento y tiene título propio, recupera la melodía que hemos escuchado a lo largo de The Last Will And Testament. «A Story Never Told» es una balada que no podía faltar en este gran trabajo, y sin duda nos cierra el arco argumental de la mejor manera posible. Opeth es una banda que ya nos ha dejado claro a lo largo de toda su discografía que sabe contar historias, como por ejemplo en uno de mis discos favoritos, Still Life (1999), y con el paso de los años los suecos siguen demostrando que esta habilidad sigue intacta e incluso mejorando.
En este caso, la hija del difunto padre recibe después del funeral una carta en la que su madre le cuenta que, desafortunadamente, a pesar de lo que el difunto padre pensaba, su hija querida tampoco es de él. El difunto era estéril, y nunca pudo concebir.
A story never told
And waiting in the skies
A man’s withered heart on hold
His heiress wears a stranger’s eyes
Artwork del disco The Last Will And Testament de Opeth
Respecto a la portada de The Last Will and Testament (2024), me parece que complementa a la perfección la historia que nos cuentan en este disco.


La imagen, a primera vista, es una especie de fotografía antigua (en tonos muy apagados, casi en blanco y negro) en la que vemos a un gran grupo de personas reunidas en un salón señorial. Sí, tal cual: un salón con ventanales enormes, cortinas pesadas y una chimenea con retratos dispuestos sobre la repisa, dando la sensación de que estamos ante una familia numerosa posando para el retrato oficial de turno. Me encanta ese aire retro, como sacado directamente de la Inglaterra de principios del siglo XX, aunque en este caso Opeth lo habría ambientado en la época posterior a la Primera Guerra Mundial que da vida al concepto del álbum.
Lo que más me llama la atención es el ambiente casi fúnebre que se respira en la imagen, muy acorde con la temática del testamento y los secretos familiares que la banda nos presenta en las letras. El logo característico de Opeth se ubica en la parte superior, fundiéndose con esa atmósfera tenebrosa y misteriosa que siempre han sabido manejar. Para mí, evoca esa energía tan propia de la banda, entre lo elegante y lo sombrío, conectando directamente con el desarrollo argumental que van a desvelar en las canciones.
Otro detalle que me gusta mucho es la presencia de fotografías y cuadros en la repisa, como si fueran recuerdos de antepasados que siguen planeando sobre la historia de los personajes. El toque envejecido de la foto, con cierto grano y zonas algo borrosas, acentúa la sensación de que algo más profundo se esconde tras esa reunión familiar. Es como si el lector (o mejor dicho, el oyente) fuera testigo de un momento congelado en el tiempo, justo antes de que estalle el drama del testamento.
En resumen, la portada refuerza por completo la idea conceptual de The Last Will and Testament (2024): un legado lleno de secretos, una familia al borde del colapso y un patriarca cuyo testamento va a desvelar verdades incómodas. Es un artwork que, a mi modo de ver, conecta a la perfección con la narrativa, mezclando esa estética de fotografía antigua con la esencia oscura y refinada de Opeth, y que, además, nos prepara de forma excelente para lo que vendrá después de pulsar el play.

Conclusión
Y nada, aquí estoy, sin saber muy bien cómo terminar este artículo por todas las ideas que se me vienen a la cabeza.
En definitiva, y según mi humilde opinión, creo que The Last Will and Testament es una pieza clave en la discografía de Opeth al integrar de forma natural las raíces más metaleras de la banda con la madurez progresiva adquirida en la última década, y esto me llena de alegría y felicidad a partes iguales. Sinceramente, creo que la narrativa conceptual del álbum, llena de giros argumentales, así como la fusión entre la fuerza y la sutileza, convierten el decimocuarto álbum de Opeth en un homenaje a toda su carrera.
Con esto, Opeth nos demuestra, una vez más, su capacidad para reinventarse y ofrecer una experiencia que atrapa, tanto por su historia como por su sonido inconfundible.
¡Muchas gracias por leer nuestra review de The Last Will And Testament! Podrás encontrar muchas más reviews de discos en nuestra sección dedicada a ello. Esperamos que os haya gustado, no dudéis en seguirnos y comentar en nuestras redes sociales:
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