El pasado 25 de julio de 2025 en las Fiestas Mayores (FM) de Escaldes – Engordany (Andorra) pudimos disfrutar de un poco de heavy metal humorístico de la mano de los Mojinos Escozíos.
Teniendo fiesta este día y anunciando los catalano-andaluces una fecha exclusiva fuera de España no nos perdimos sus míticas canciones para una buena fiesta de pueblo de verano.
¡Vamos con el concierto!
Índice
El cartel y horarios
Dentro de la gira «Los Más Grandes» de 2025, los Mojinos Escozíos tenían una fecha especial. El cartel fue (se confundieron un poco con el nombre del pueblo… Usaron el del siglo pasado):
En la FM de Escaldes – Engordany, en el párquing del carrer dels Veedors se llevó a cabo el concierto de Los Mojinos Escozíos con el siguiente horario inicial:
Mojinos Escozíos – 23:00 h
Precio entrada: gratis
Crónica de los conciertos
A continuación, vamos a detallar la actuación de los más grandes, los Mojinos Escozíos, y qué me parecieron desde un punto de vista totalmente personal:
Mojinos Escozíos
En una fresca noche de verano, con ligera lluvia antes de empezar el concierto y la sudadera puesta, Los Mojinos Escozíos se retrasaban de su hora prevista unos 25 minutos. Quizá movieron la hora media hora y no nos enteramos, pero pinta a que salieron más tarde por otros motivos…
El recinto, un párquing transformado, ya estaba lleno. Hacía mucho tiempo que una banda no aglutinaba tanta gente en unas fiestas de pueblo; sonaba de fondo «Highway to star» de Deep Purple y saltaban posteriormente los Mojinos entre gran cantidad de focos por todos lados.
Empezaron con la de siempre «Ueoh!!!», que para abrir el ambiente de rock gamberro con este saludo es la mejor elección. Con la pantalla de fondo mostrando «Los Más Grandes» y el logo de semos los Mojinos Escozíos, pasaron a una canción dónde los coros toman todo el protagonismo «Eco». Ya nos empezaban a decir que era fácil aprenderse sus canciones y saltaríamos a «Chow Chow» para disfrute y risas de todos, con su doble sentido en la famosa letra.
Unos integrantes que iban con diferentes indumentarias, apretadas, todas ellas serigrafiadas con el logo de la banda, y la mítica falda también personaliza de su bajista «Zippy» (primera persona en España en subirse a un escenario con falda, según ellos mismos), quién también llevaba puestas unas gafas de sol.
Después de este épico arranque, «El Sevilla» su líder y vocalista más conocido, ya nos daba su primer discurso e interacción con sus compañeros y el público diciéndonos que nos prometía meterle «Por el culo» a su bajista el enorme micro con el que cantaba la siguiente canción que da título a ese acto. Aquí ya todos cantábamos el estribillo, con esa sonrisa a grito de «oe oe oe».
Siguiendo con su intervención de palabras, no sé como acabó enlazando el tema, pero acabaría diciendo que «se podría comer de su sobaco» para acto seguido «El Kanishe» lamérselo y posteriormente darse un beso los dos. Por supuesto las miradas entre asco y risas del público fueron dignas de enmarcar. El famoso vocalista continuaba explicando que sus canciones eran feas, pero fáciles de aprender y así nos lo haría aprender o cantar con total facilidad en la canción de «La Copita». Todos acabamos pidiendo esa copita de aguardiente en el bar, mientras él le iba pegando tragos a la botella sirviéndose un buen chorro en su copita de cristal.
A mitad de canción nos explicaba que tenía un problema con el agua ardiente, y era que le provocaba gases. Un gas que debía expulsar, así que empezó a eructar y después de otro estribillo de la canción y para acabar la misma, cogió carrerilla, se recogió el pelo en una coleta, y tras el redoble de tambores, se tiró un super eructo que casi nos tira para atrás a los presentes.
Siguiendo la broma les preguntaba a sus compañeros si ha sido pequeño o ha estado bien. Risas, para esta emulsión de gas traída casi desde las profundidades de una cueva, de sonido cavernícola. Después de beber otra copita del líquido transparente se tiraba al suelo, ya no podía más.
«El Sevilla» vendría con ganas de hablar, contarnos historias y anécdotas de la banda (formaba parte del espectáculo) y nos explicaba cómo acabaron haciendo el siguiente tema, el cual tampoco salió bonito, pero era la base de una historia digna de contar.
Y así, captando nuestra atención, comentaba como una noche cualquiera, porque ya no se acuerda de «ná», en una playa cualquiera, pidieron un deseo a una estrella fugaz. Se despertaron borrachos con la raja del culo llena de arena, y lo que había pedido se había cumplido. Mirándose a sus partes, había pedido tener una parte del cuerpo mu grande y mu gorda, y, parece que se equivocó el deseo y enseñó su gran barriga al público. Empezó a sonar «Ya no me veo la pisha».
Una canción que cualquiera que la escucha por primera vez, y más si es en directo, como fue en mi caso en un Leyendas del Rock pasado, es inevitable reírse a carcajadas mientras al final acabas sumándote a ese «uhhhhh» del deseo de «El Sevilla». Abandonarían todos el escenario para el protagonismo del solo de batería de «El Puto». El músico se vendría arriba y acabaría dejando su instrumento para hacernos gritar a todos por secciones 1, 2 y 3, derecha, izquierda y centro, el típico grito fuerte «yeeeh», para ver quien lo hacía más fuerte y acabar todos gritando al unísono para subir los decibelios del lugar.
Seguía el protagonismo del batería y esta vez el cantante nos quiso decir que quizá sería la última vez que lo veríamos que tiene ya 84 años (espero que no tenga tantos), que quizá no llegaba a fin de año, o peor, a fin de mes o lo que sería casi épico que no llegase a acabar el concierto. Todos acabaríamos gritando «Puto, Puto» con fervor para al final saber que siempre fue calvo, casi desde nacimiento y ver que tenía una larga peluca en su gorra, la cuál acabaría quitándosela para ver su poco pelo real. Muchas risas entre el público. «Demasiao perro pa trabajar, demasiao calvo pal rock’n’roll», nos decían.
Volvió el resto de la banda para el «ven, ve, killo, ven, ven ven killo ven pa’ca» de la canción «Mi jefe», dedicada a todos esos jefes que no dejan ni respirar y ese estribillo que todos cantamos entre risas señalando a nuestro jefe (sí mis amigos me señalaban a mí), pero prometo que yo al menos los dejo ir a mear… jaja
El público contento, cantando todas sus canciones y respondiendo bien a todos estos chistes sobre la banda e historias que nos explicaban. Para saltar a júbilo de todos con «Al Carajo», saltando y cantando sin parar su canción más famosa.
Otro larga ponencia de «El Sevilla», para dedicar la canción al más importante de la banda, donde por supuesto acabaría por repasar a todos los que hacen posible su existencia y sus actuaciones, canción dedicada a… Joaquín, el más feliz del mundo, al técnico de sonido, al manager, al responsable del merchansidising. Al más importante y pringado, Ramón (o Pedro), y acabar con el que parecía el más importante su chófer a quién hizo subir al escenario para la ovación de todos.
Un chófer, con su historia, y es que relataba el vocalista que un día por la carretera, su conductor vio un gran cartel rojo que ponía «Club» en grande, con focos que atraían y acabaron entrando para pedirse muchos cubatas y algo más… y es que pillaron ladillas. Así daría comienzo a «La invasión de las ladillas enfurecidas» después de llamarlas por el autotune que se habían comprado para ver donde estaban sus ladillas entre sus compañeros. Canción que cantábamos todos ese «lalalala, lalalaaa» mientras agitábamos las manos de un lado para otro, derecha a izquierda.
Volvía el micro para su protagonista y después del gran solo de guitarra de «El Kanishe», nos prometían tocar más canciones siempre y cuando nosotros la cantásemos, así una más y otra más, hasta el infinito, siempre que la cantásemos.
Y quitándose la camiseta, la cual acabaría metiéndola en una riñonera que habían tirado sobre el escenario, para devolvérsela a su dueño (un personaje que al final tuvieron que desalojar por tirarle otra vez más la riñonera e incluso su zapato), empezó el gran tema «Qué güeno que estoy». Canción que por supuesto la cantamos todos, por qué, sí, todos estamos ¡bien buenos!
Llegados a este punto yo ya estaba contento, ya que nos tocarían más y más y más… o eso esperaba. Turno para «Las niñas de la Saye» que, aunque parezca mentira, todos también nos la sabíamos y, es que el disco de 2004, Semos unos monstruos, recopila gran parte de sus temas más emblemáticos y así seguiríamos cantando la siguiente (mi preferida) «La pastilla de jabón». Una canción que esta vez, no la cantamos todos, aunque unos (yo incluido) bien fuerte eso sí, y es que este partido de furbito sería épico en estas fiestas.
Esta vez, ya sí parecía que iba a llegar el final y conglomeraron grandes estribillos de sus canciones «Gordo», «Niño joe», de nuevo «Por el culo». Para disfrutar de «Sevilla capullo» queremos un hijo tuyo… Y acabar por conocer a la banda de la mano de «El Sevilla» cantándoles a todos ese «No vale pa ná» entre palmas y risas.
A la 1.16 a.m. acaba el concierto sonando de fondo «Cuéntame al oído» de La Oreja de Van Gogh mientras nos lanzaban las típicas púas y baquetas y la posterior foto finish. Un concierto que ha sonado espectacular, fuerte y claro con una iluminación perfecta con ese foco principal que hasta «El Sevilla» quería quitárselo de encima ocultándose detrás de su bajista, un «Zippi» que se salvó del gran micro… Esperemos que siga siendo así.
Los miembros de los Mojinos Escozíos para el concierto de hoy:
Miguel Ángel Rodríguez «El Sevilla» – Voz
Vidal Barja Jr. «Vidalito» – Guitarra rítmica y coros
Juan Carlos Barja «Zippy» – Bajo y coros
Vidal Barja «El Puto» – Batería y coros
Ale Rodríguez «El Kanishe» – Guitarra solista y coros
Esteve Coll – Teclado
Galería de fotos Mojinos Escozíos Escaldes – Engordany 2025
Todas las fotos de los conciertos –> aquí.
¿Cuál os gusta más?
Mi primerita vez
Normalmente en la vida siempre se hace algo por primerita vez y, en los conciertos, algo siempre pasa…
Pues… ¡tachán! Primera vez que hago fotos a una banda en una fiesta mayor de mi pueblo.
¿Y vosotros qué hicisteis/visteis por primera vez en este concierto tan cargado de risas? Dejad vuestras primeras vivencias en los comentarios más abajo.
Opinión personal
«El Sevilla» parecía hacer sus monólogos sobre el escenario y ahora aprovecharé esta sección para explicar mi historia aquí. Todo empezó una tarde cualquiera, revisando mis chats en el móvil, tenía muchos sin leer, pero recibí un mensaje de mi compañero de trabajo, era un vídeo para que lo mirase a ver si me sonaba alguien que aparecía.
Era un capítulo de Prats Bruts en el que aparecía nuestro protagonista al micro de esta noche. Al día siguiente en el bar haciendo el bocata lo comentaba mi compañero, que ojalá ver al Sevilla y los Mojinos algún día. Por supuesto, dije, vamos a ver que fechas tienen. Nos metimos en sus redes sociales y había una que nos llamó la atención 25 de julio – fuera de España. Y entre bromas, oye a ver si van a venir aquí… encima coinciden las fiestas, ese día no trabajamos…
Pasaron los meses, se acercaba la fecha y seguíamos con la mosca puesta en esa fecha. Hasta que una semanita antes ¡zas! La noticia en mi móvil de nuevo con el mensaje de mi compañero, ya teníamos el plan. Ahora me tocaba a mí mover algunos hilos más para hacerme con un pase de prensa para poder hacerles algunas fotos chulas y disfrutar de este concierto que he intentado explicar en esta crónica, de esta banda tan grande de nuestro país vecino.
El camino me llevó a tirar de algunos contactos que a su vez me acabaron acercándome a @netto22, la persona que consiguió entrevistar a la banda para su programa de radio la primera vez que vinieron a Andorra por aquellos pasados 2007, en Encamp.
Por supuesto, la idea era volver a hacerles algunas preguntas después de 18 años. Una entrevista que, hablando con la promotora y organizadora del evento (las fiestas mayores) nos dieron el esperado OK, pero que a la hora de la verdad, no fue así ni tuvimos la oportunidad, nos tuvieron toda la tarde dando vueltas de un lado para otro, que había que organizarlo y pactarlo con el mánager… Algunas excusas que al final desgraciadamente no pudimos llevar a cabo esta vez.
Desde aquí estaríamos encantados en compartir una agradable y simpática ¡entrevista en un futuro con los Mojinos!
Por otro lado, llorando bastante me dejaron acceder al foso y completar así la buena galería a una de mis bandas de la infancia para mi alegría.
Hablando del concierto, podría resumirlo como bueno, pero con demasiado discurso, que sí, formaba parte del show para enlazar todas las canciones… Sin embargo, desde mi punto de vista acaba cortando el rollo de la música en sí misma. Igualmente, salí con un buen sabor de boca del concierto, cumpliendo y dando por finalizada esta larga historia de verano de 2025 y los Mojinos Escozíos.
Como información adicional:
Colocaron un stand para la zona de merchandising, situada al fondo donde los puestos de bebida. Los precios de las camisetas estaban entre 20 EUR. También podías encontrar otros productos como gorros o CD’s.
En cuanto al sonido fue muy bueno, el ambiente a tope y muy divertido. La iluminación muy correcta.
Conclusiones
Si tu género favorito es metal humorístico y te interesan tanto como a nosotros descubrir nuevas bandas, no dejes de asistir a eventos como este. Para que no te pierdas ninguno, tanto de bandas más underground como otras más conocidas, te invitamos a consultar nuestra agenda de conciertos que pasarán por nuestro país y alrededores.
Redes sociales de las bandas:
Redes de la promotora:
¡Muchas gracias por leer esta crónica! Espero que os haya gustado esta reseña y ya sabéis, disfrutad en los próximos conciertos. No dudéis comentar este artículo y en seguirnos en nuestras redes sociales:
Más fotos del concierto en: 📸 Fucking Stone
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